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Educación en España y el modelo finlandés: ¿qué podemos aprender desde una perspectiva marxista?

La educación es un pilar fundamental en la reproducción de las condiciones materiales de una sociedad. Desde una perspectiva marxista, no es solo un espacio de aprendizaje, sino también un terreno de lucha ideológica donde se perpetúan o cuestionan las estructuras de dominación. Analizar el sistema educativo español en contraste con el finlandés nos permite no solo entender sus deficiencias, sino también plantear alternativas que puedan servir en un proceso de transición hacia una sociedad comunista.

El sistema educativo español: desigualdad estructural y adoctrinamiento liberal

El modelo educativo en España refleja las contradicciones del capitalismo: mientras se presenta como un derecho universal, en la práctica está profundamente condicionado por la clase social de cada estudiante. La segregación escolar, la estratificación entre educación pública, concertada y privada, y la creciente mercantilización del conocimiento perpetúan un modelo donde la educación sirve más para reproducir desigualdades que para reducirlas.

Algunas de sus principales problemáticas son:

  1. Segregación por clase social: Aunque formalmente la educación es universal, en la práctica las familias con más recursos pueden acceder a mejores centros (generalmente privados o concertados), mientras que las clases populares quedan relegadas a una educación pública en constante deterioro por la falta de inversión.
  2. Enfoque competitivo y selectivo: Desde edades tempranas, los estudiantes son clasificados según su rendimiento, generando jerarquías que benefician a quienes tienen más apoyo familiar y recursos económicos. Se educa para competir, no para cooperar.
  3. Memorismo y falta de pensamiento crítico: La educación en España sigue basándose en la repetición de contenidos y pruebas estandarizadas, en lugar de fomentar la creatividad, la reflexión o la aplicación del conocimiento a la realidad.
  4. Precarización del profesorado: A pesar de ser una pieza clave del sistema, los docentes sufren sobrecarga laboral, bajos salarios y falta de autonomía pedagógica debido a reformas educativas que responden más a intereses políticos que a criterios pedagógicos.

Este modelo no solo es ineficaz, sino que encaja perfectamente en la lógica neoliberal: convierte la educación en una mercancía, refuerza las desigualdades y produce individuos que no cuestionan el sistema, sino que lo asumen como inevitable.

El modelo finlandés: una alternativa que podemos aprovechar

El sistema educativo de Finlandia ha sido reconocido mundialmente por su capacidad para combinar excelencia académica con equidad. Desde una óptica marxista, no es un modelo revolucionario en sí mismo, pero presenta elementos que podrían ser aprovechados en un proceso de transición hacia una educación verdaderamente liberadora.

Algunas características clave del sistema finlandés son:

  • No segregación de estudiantes: Todos los niños, independientemente de su rendimiento, estudian juntos. No hay selección de los “mejores”, lo que evita la reproducción de élites y fomenta la cooperación.
  • Financiación equitativa: La educación es completamente pública y gratuita, sin concertación ni privatización encubierta. Todos los centros reciben el mismo apoyo económico.
  • Formación docente de calidad: Los profesores son altamente valorados y tienen autonomía pedagógica, lo que les permite adaptar su enseñanza a las necesidades reales de los estudiantes.
  • Condiciones laborales inmejorables y Salarios Altos favorecen el acceso de individuos motivados y excelentes en sus campos a la carrera de magisterio.
  • Menos carga académica y más aprendizaje real: Se prioriza el pensamiento crítico y la aplicación del conocimiento sobre la memorización. Además, los estudiantes tienen menos horas lectivas y más tiempo para desarrollar habilidades fuera del aula.

¿Cómo podríamos aplicar estos principios en España?

Desde una perspectiva de transformación social, podríamos utilizar algunas de estas ideas como parte de un modelo educativo que realmente sirva para la emancipación de la clase trabajadora. Algunas medidas que podrían implementarse serían:

  1. Eliminación de la educación concertada y privada: La privatización encubierta de la educación en España solo profundiza la desigualdad. Un sistema educativo totalmente público garantizaría igualdad de acceso a una educación de calidad.
  2. Desaparición de los rankings y evaluaciones competitivas: En lugar de premiar a los “mejores” y penalizar a quienes tienen más dificultades, el modelo educativo debería centrarse en la cooperación y el aprendizaje colectivo.
  3. Formación docente sólida y con mejores condiciones laborales: Para que la educación sea transformadora, el profesorado debe contar con estabilidad, el salario adecuado, autonomía y una formación que les permita fomentar el pensamiento crítico.
  4. Reducción de la carga lectiva y enfoque en el desarrollo integral: El aprendizaje no debe ser una acumulación de datos, sino un proceso donde el estudiante entienda su realidad y aprenda a transformarla.
  5. Vinculación con el entorno y la comunidad: La educación debe responder a las necesidades de la sociedad y estar enraizada en el contexto material y social de los estudiantes.

Hacia una educación comunista

El modelo finlandés nos muestra que la educación puede ser un factor de igualdad en lugar de un mecanismo de exclusión. Sin embargo, dentro del capitalismo sigue siendo una solución parcial, ya que la educación por sí sola no puede superar las contradicciones de clase que el sistema impone.

Para una verdadera transformación, la educación debe ser concebida no como una herramienta de adaptación al mercado, sino como un espacio de emancipación colectiva. Un modelo educativo comunista no solo garantizaría igualdad de acceso, sino que haría de la educación un proceso continuo, accesible a todos a lo largo de la vida, y basado en la construcción de una sociedad sin clases.

El fin del modelo actual no será una simple reforma educativa, sino el resultado de una transformación social más amplia, donde la educación sea un derecho real y no un privilegio.


PD: FUCK BILINGÜISMO: Más allá de sus aparentes beneficios, el modelo bilingüe en la educación primaria refuerza la desigualdad social, dificulta el aprendizaje de las materias y responde a una lógica mercantilista. La imposición del inglés como eje central no es neutra, sino parte de una estrategia capitalista que prioriza la rentabilidad sobre el conocimiento, promoviendo disciplinas funcionales al mercado mientras margina las humanidades y el pensamiento crítico.

Proletkult.

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