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Una Visión Marxista sobre las Migraciones

Las migraciones son un fenómeno social y económico profundamente ligado a las dinámicas estructurales del capitalismo. Desde una perspectiva marxista, las migraciones no pueden comprenderse únicamente como el movimiento de personas de un lugar a otro, sino como el resultado de contradicciones inherentes al sistema capitalista: la desigualdad en la distribución de los medios de producción, la búsqueda perpetua de acumulación de capital, y las condiciones de explotación que este sistema perpetúa en las regiones periféricas.

Migraciones y la División Internacional del Trabajo

La teoría marxista de la dependencia, particularmente desarrollada por autores como Ruy Mauro Marini, permite entender cómo el capitalismo ha estructurado una jerarquía global donde los países del centro y la periferia ocupan roles diferenciados. Los países del centro concentran la producción de bienes de alto valor agregado, mientras que la periferia se dedica a la producción de materias primas y bienes de bajo valor. Este modelo genera una extracción sistemática de riqueza de las regiones periféricas hacia las centrales, manteniendo la dependencia económica y política.

En este contexto, las migraciones son una respuesta a las asimetrías estructurales creadas por esta división. Las personas migran desde regiones periféricas, donde el capitalismo ha devastado las economías locales y generado condiciones de miseria, hacia los países centrales, donde el capital requiere fuerza de trabajo barata para maximizar sus ganancias. A su vez, estos países centrales pueden acabar convirtiéndose en periferia durante el proceso de centralización y acumulación de capitales. Este proceso no es accidental; es una consecuencia directa de las políticas económicas neoliberales que han intensificado las desigualdades globales.

+ Sobre la Teoría de la Dependencia

Ruy Mauro Marini y Theotonio dos Santos

La Lógica de la Renta y el Movimiento de la Mano de Obra

Samir Amin introduce el concepto de «renta imperialista» para describir cómo los países centrales extraen ganancias adicionales de los países periféricos a través de mecanismos como el comercio desigual y la explotación de recursos naturales. Esta renta también se manifiesta en la explotación de la fuerza de trabajo migrante, que suele desempeñar labores en sectores precarizados y de baja remuneración en los países receptores.

El capital, en su búsqueda incesante de acumulación utiliza a los migrantes como un «ejército industrial de reserva», que permite al capital disciplinar a la clase trabajadora local mediante la competencia y el chantaje laboral.

+ Sobre la Teoría de la Renta Imperialista

Samir Amin

Migración y la Crisis del Capitalismo

Desde una perspectiva histórica, las migraciones también deben entenderse como una respuesta a las crisis cíclicas del capitalismo. Las guerras, el cambio climático, la destrucción de ecosistemas y la privatización de recursos esenciales como el agua o la tierra son fenómenos exacerbados por el sistema capitalista y, a menudo, están en el centro de los desplazamientos forzados.

Estas crisis generan oleadas de migrantes que buscan sobrevivir en condiciones extremas. Sin embargo, los Estados capitalistas, especialmente en los países centrales, responden mediante el cierre de fronteras, políticas de externalización del control migratorio y el uso de migrantes como una herramienta política para dividir a la clase trabajadora a través del racismo y la xenofobia.

Hacia una Alternativa Socialista

Una visión marxista sobre las migraciones no solo denuncia las causas estructurales del fenómeno, sino que también plantea la necesidad de un cambio sistémico. La solución a las migraciones forzadas no pasa por la construcción de muros ni por el reforzamiento de las fronteras, sino por la abolición del capitalismo y la construcción de una sociedad socialista que elimine las desigualdades entre el centro y la periferia. Cualquier actitud o crítica que centre el foco en el migrante y no en las causas de la migración supone, de facto, un triunfo de los capitalistas y la derecha internacional.

Esto implica:

  1. Reestructuración de la economía global: Superar la división internacional del trabajo que perpetúa la dependencia y el subdesarrollo mediante la socialización de la economía y la producción internacional. Es necesario crear un modelo que permita una planificación económica cooperativa en lugar de competitiva, asegurando el desarrollo equilibrado de todos los territorios.
  2. Redistribución equitativa de recursos: Garantizar que todas las regiones puedan desarrollar sus propias capacidades productivas y satisfacer las necesidades de sus poblaciones.
  3. Solidaridad internacionalista: Reconocer a los migrantes como parte de la clase trabajadora global y luchar por la garantía de sus derechos laborales, sociales y políticos.

Las migraciones, en última instancia, reflejan las contradicciones del capitalismo global. Su solución no radica en paliativos ni en políticas reformistas, sino en la construcción de un mundo donde el desplazamiento humano sea una opción libre y no una necesidad impuesta por la miseria y la explotación. Solo una economía socializada y planificada internacionalmente puede superar las contradicciones del capitalismo global y garantizar que el desplazamiento humano sea una opción libre y no una necesidad impuesta por la miseria y la explotación.

Proletkult.

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