Aleksándr Bogdánov (1873-1928) fue un intelectual, filósofo, médico y revolucionario ruso, conocido por su papel en la creación del movimiento bolchevique y su trabajo en la teoría cultural y científica. Aunque inicialmente fue uno de los principales colaboradores de Lenin en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, sus ideas divergentes sobre el marxismo lo llevaron a separarse de Lenin y a seguir una trayectoria intelectual propia.

Bogdánov fue un pensador multifacético, interesado en la filosofía, la ciencia y la literatura. Desarrolló la tektología, una teoría general de la organización, que muchos consideran precursora de la cibernética. También fue un pionero en la investigación sobre transfusiones de sangre, un proyecto que finalmente contribuyó a su muerte prematura debido a una transfusión fallida.
El proyecto Proletkult (abreviatura de «Proletárskaya Kul’tura» o Cultura Proletaria) fue una iniciativa cultural liderada por Bogdánov tras la Revolución de Octubre de 1917, cuyo objetivo era crear una cultura nueva, independiente de la burguesa, que reflejara y promoviera los valores del proletariado. Este movimiento buscaba emancipar a la clase trabajadora no solo en términos económicos y políticos, sino también culturalmente, fomentando la creatividad artística y la autoexpresión entre los obreros.
Proletkult representa uno de los intentos más visionarios y radicales de transformar la cultura desde la base, rompiendo con las tradiciones elitistas y jerárquicas que habían dominado la historia de la humanidad. Bajo la influencia de Bogdánov, Proletkult se concibió como un espacio de creación libre, donde los trabajadores podían desarrollar una cultura que fuese genuinamente suya, sin estar contaminada por los valores e instituciones de la clase dominante.
El proyecto era audaz en su alcance y ambición: no solo pretendía democratizar el acceso a la cultura, sino también redefinir lo que la cultura podría ser en una sociedad verdaderamente socialista. En lugar de simplemente imitar las formas culturales existentes, Proletkult aspiraba a innovar, a encontrar nuevas formas de expresión que reflejaran la realidad y los sueños de la clase trabajadora. Esta iniciativa sentó las bases para una nueva concepción de la cultura, donde el arte, la ciencia y la vida cotidiana se entrelazaban en un proyecto común de emancipación y creatividad colectiva.
Aunque Proletkult enfrentó críticas y fue finalmente marginado por la dirección bolchevique, su legado perdura como un ejemplo inspirador de cómo la cultura puede ser un vehículo poderoso para la transformación social. La visión de Bogdánov para Proletkult sigue siendo relevante hoy en día, recordándonos la importancia de una cultura inclusiva, participativa y verdaderamente representativa de la diversidad y la creatividad humana.