Si hoy la vida parece más precaria, más fragmentada y sin rumbo, no es por culpa de quienes llegan de fuera, ni por un supuesto “exceso de derechos”. Es porque cuando desapareció la Unión Soviética, aún con sus problemas internos y contradicciones, el capitalista dejó de temer a la clase trabajadora.
¿Crisis de representatividad o fin de época?
En las últimas décadas, Europa ha asistido a un fenómeno político cada vez más extendido: la dificultad de formar gobiernos de mayoría estable. Parlamentos fragmentados, proliferación de partidos, coaliciones inestables y bloqueos institucionales se han convertido en la norma. No se trata de una mera anomalía coyuntural ni de un cambio cultural pasajero. Detrás de esta crisis de mayorías se esconde un proceso más profundo: el capitalismo ha multiplicado sus contradicciones internas y, al mismo tiempo, ha conseguido separarlas unas de otras, hasta el punto de individualizar la experiencia subjetiva de la confrontación política.
La policía no es neutral: origen histórico y función de clase
Una de las creencias más extendidas en nuestras sociedades es que la policía existe para proteger al individuo. Se la presenta como un servicio neutral, un árbitro imparcial que vela por la seguridad de todos. Sin embargo, una mirada materialista revela otra cosa: la policía es, desde su origen moderno, un aparato del Estado burgués destinado a garantizar la reproducción del orden social basado en la propiedad privada y la explotación de la clase trabajadora.
La política mundial sobre drogas: un obstáculo al crecimiento humano
La política mundial sobre drogas no es solo un error: es un freno al crecimiento humano y una muestra de desprecio hacia las tradiciones ancestrales. Estas políticas han ignorado cómo muchas culturas han integrado el uso de sustancias psicoactivas como parte esencial de su desarrollo cultural, espiritual y social. Más allá de la hipocresía y los intereses comerciales que sustentan las políticas actuales, lo verdaderamente preocupante es cómo bloquean el potencial de los psicodélicos para transformar no solo a los individuos, sino también a la humanidad en su conjunto.
Teilhard de Chardin: una espiritualidad evolutiva que el comunismo no puede ignorar
Nosotros, como comunistas, hemos tendido a rechazar la religión en bloque, considerándola siempre como el opio del pueblo. Pero sería un error estratégico ignorar que muchos siguen buscando respuestas en lo espiritual. Si hay una manera de ofrecer una espiritualidad revolucionaria, que hable de unidad, progreso y colectivismo, ¿por qué no explorarla?
Construir Futuro
La izquierda debe superar el infantilismo de dividirse en innumerables partidos por cuestiones circunstanciales o de forma, y entender que solo su reunificación en un partido de vanguardia fuerte y cohesionado podrá reconstruir el espacio de la clase trabajadora y marcar la agenda del futuro, así lo ha demostrado la Historia. Una reunificación que no se base en la mera confluencia de siglas o en la simple coalición de intereses tácticos, sino en la construcción de una ideología común sólida y un programa de transformación radical que sea compartido y defendido con convicción por todas las partes.
Reinterpretando a Adam Smith: propiedad, economía, libertad y bien común
A medida que observamos cómo ha cambiado el papel de la propiedad privada hasta nuestros días, podemos reinterpretar su obra como parte de un proceso evolutivo, en el que la economía debería servir, ante todo, al desarrollo material, intelectual y ético de las personas. No tenemos motivos para pensar que un individuo capaz de ofrecer un discurso progresista para su época, especialmente en cuestiones relacionadas con la propiedad y la libertad, no haría lo mismo en nuestro tiempo.
El comunismo y su rechazo histórico al terrorismo como forma de lucha reaccionaria
El comunismo, desde sus orígenes, ha rechazado el terrorismo como una forma de lucha reaccionaria que ni emancipa ni construye poder popular. El camino de la liberación no pasa por la acción desesperada de individuos aislados, sino por la organización política de masas, la conciencia de clase y la lucha colectiva contra el capitalismo y todas sus formas de opresión.
La violencia puede ser parte de la revolución, pero nunca como terrorismo: solo como expresión consciente de un pueblo organizado que toma en sus manos su destino.
Tolerancia Cero con la Intolerancia: la libertad no es neutral
Estamos convocados a dar la batalla de las ideas y, al mismo tiempo, la batalla política para transformar las reglas del juego. Defender la libertad significa impugnar, legislar y perseguir a quienes la convierten en arma contra la igualdad.
La libertad no se defiende sola. Se organiza, se protege y se legisla. Y si no lo hacemos ya, corremos el peligro de que se repita lo peor de nuestra historia.
Matrix & Gramsci: entendiendo la Hegemonía
Cuando los hermanos Wachowski estrenaron Matrix en 1999, el público la leyó como una metáfora posmoderna: cibercultura, paranoia tecnológica, filosofía existencial. Pero vista desde el marxismo, la película es también una extraordinaria metáfora de las intuiciones de Antonio Gramsci sobre hegemonía, ideología y emancipación.
Discursos reaccionarios y neoliberales han intentado apropiarse de la píldora roja para vaciarla de significado colectivo y convertirla en un emblema de liberación individualista, incluso misántropa. Nada más alejado de su espíritu original. El objetivo de despertar en la película es la lucha por la Especie Humana, aceptar morir por el futuro de todos.
Los Partidos Socialistas son el «centro» político en el capitalismo
Lo que hoy se llama “socialdemocracia” no es sino la forma más amable del liberalismo. Si observamos sus bases en los clásicos del pensamiento burgués —Hobbes, Locke, Adam Smith, Stuart Mill— y las contrastamos con la crítica de Marx, Lenin o Rosa Luxemburgo, se hace evidente que los actuales partidos socialistas europeos son, en realidad, partidos liberales de centro, cuya función no es transformar el sistema, sino garantizar su continuidad.
¿La Pirámide de Maslow como Brújula para la Legitimidad de un Gobierno/Estado?
¿Y si la legitimidad de un Gobierno/Estado no residiera en su origen o en su adhesión a rituales formales, sino en su capacidad efectiva y demostrable para guiar a toda la población a través de los niveles de esta jerarquía? Bajo este prisma, la misión fundamental del Gobierno/Estado podría volverse material y concreta: garantizar de manera sistemática que cada ciudadano viera satisfechas sus necesidades en un orden progresivo, sentando las bases para que pudiera ascender en su desarrollo.
Contra el sionismo expansionista, no contra el pueblo judío: una posición materialista
Oponerse al sionismo expansionista no es antisemitismo.
Es, desde una perspectiva materialista, una forma de coherencia ética y política con los principios del internacionalismo y de la justicia histórica. Confundir ambas cosas es funcional al statu quo.
Aclararlo es parte de la tarea revolucionaria de nuestro tiempo.
Iniciativa individual e iniciativa privada: una distinción necesaria
En una sociedad donde la propiedad de las líneas de producción estuviese socializada, la iniciativa individual podría desarrollarse de forma más justa y abierta.
“Siempre ha habido clases”: MENTIRA.
La humanidad vivió durante la mayor parte de su historia sin clases sociales, en comunidades donde la cooperación y el reparto común eran la norma. Lo “eterno” no es la explotación, sino la capacidad humana de vivir colectivamente.
Comunismo: Lenguaje, Organización, Lucha de Clases y Relato
¿Por qué no usar otro nombre para definir la ideología que defiendes y así evitar las connotaciones históricas negativas del término comunismo?
Sobre la Unidad de la Izquierda
La izquierda actual, especialmente en contextos occidentales, ha confundido pluralidad con fragmentación, libertad con opinión individual sin consecuencias, y horizontalidad con ausencia de organización y DISCIPLINA.
Comunismo y mercado
Los comunistas no estamos en contra del mercado como espacio de intercambio entre individuos. Lo que cuestionamos es el concepto liberal del «Mercado», con mayúscula, como entidad autosuficiente, neutral y benévola. Ese «Mercado» no es más que una construcción ideológica que esconde y justifica relaciones de poder profundamente desiguales.
Lo que te da el salario, te lo quita el precio
Lo que percibes como una mejora momentánea en tu nómina, termina siempre regresando a los bolsillos de quienes dominan el mercado. ¿Cómo? A través del aumento en el precio de los alimentos, de la vivienda, de la energía, del transporte… Es decir, a través del aumento del coste de la vida.
Censura, hegemonía y libertad de expresión
El capitalismo contemporáneo no solo impide pensar a las personas que nunca llegan a tener acceso a determinada información o reflexión crítica. Incluso cuando alguien logra traspasar ese umbral y formular una idea verdaderamente disonante con la lógica dominante, se enfrenta a una nueva barrera: la imposibilidad práctica de transformar ese pensamiento en realidad.